San
Pedro de Atacama es un destino atractivo para cualquier tipo
de viajero. La buena acogida de su habitantes, unida a la
imagen sencilla presente-pasado del pueblo, nos entrega la
tranquilidad necesaria para sentirnos en un lugar que nos
invita a tomar su propio ritmo y que estimula tanto al descanso
como a la aventura de conocer sus alrededores.
El
centro del pueblo se ha ordenado para el turismo... quizás
haciendo olvidar que a pocos metros de ahí, hay una
comunidad que vive de un modo modesto y precario.
La
comunidad de San Pedro está conformada en su mayoría
por atacameños, quienes se asentaron en la región
hace miles de años. Ellos han mantenido algunas de
sus costumbres, lo que se puede notar en la artesanía
que exhiben, en los ritos de veneración a la Pachamama
y la conservación de su lengua materna: el kunza.
La
comunidad realiza sus traslados locales caminando o, en su
mayoría, en bicicleta. No es de extrañarse ver
personas de toda edad en bicicleta pedaleando tranquilos por
esas calles de tierra, con pocos autos y mucho espacio para
transitar... Qué envidia, no? |