A poco de iniciar este viaje aparece El Morro, un cerro que tiene un sendero que se hace en unas 4 horas y tiene carteles con los nombres de las especies de flora del lugar. Así puedes hacer un reconocimiento autoguiado y te darás cuenta que no es necesario que haya desierto florido para observar una buena variedad de vegetación.
En Caldera se ubica el Santuario del Padre Negro, tiene en su interior unas pinturas muy llamativas que fueron ejecutadas por un obrero como pago de una manda. Los devotos dicen que el Padre tenía la capacidad de predecir terremotos.
El Museo Paleontológico, único a cielo abierto en su tipo, ofrece una abundante muestra de fósiles en distintas etapas de la evolución (aún no está disponible al público).
Al norte de Caldera, en el M.N. Granito Orbicular existe una roca casi única en el mundo. Don Hipólito, el cuidador del monumento, es tan entretenido para contar la historia de cómo se formó la roca que termina siendo la figura principal de esta visita.
1 Km. hacia el norte de esta magnífica creación se puede observar cientos de lobos marinos y de paso disfrutar de un bonito atardecer.
El camino al P.N. Pan de Azúcar, a poco salir de Chañaral, tiene unas playas con arena verde! Estas playas están contaminadas por las "preocupadas" empresas mineras de la región (lo último léase en tono irónico).
En Pan de Azúcar aparecen grandes dunas a los lejos y el cerro del Parque recuerda por su forma a su homónimo de la bella ciudad de Río de Janeiro. El trayecto al mirador del parque muestra cactus que sobreviven a una aridez extrema. El mirador es uno de los mejores lugares para tener una vista panorámica de la costa y la isla. |